domingo, 13 de septiembre de 2009

MIRACOLO!!! MIRACOLO!!!


Nuestros ruegos fueron escuchados.
¡¡¡Ganamos nuestro primer partido en el torneo!!!
Que jornada gloriosa, que dicha sin par, que alegría, que alegría, olé olé oláááá.
Fue un uno a cero espectacular, en un partido candente, lleno de emociones.
Numerosísima la cantidad de gente que asistió, por ser día de semana (la fecha se había suspendido el domingo por lluvia), lo que me llevó a pensar dos cosas: una, que arrastre tiene el Clú y dos, cuánta gente al pedo y sin laburo hay.
La fiesta comenzó cuando entraron nuestras porristas, “Las hormiguitas”, con su atuendo azul y rojo (en diferentes tonalidades, eso si) y dejaron muda a la tribuna. Un ratito muda, después se empezaron a cagar de risa y a gritarle groserías a nuestro elenco. Las “hormiguitas”, como si nada, hicieron su número totalmente concentradas al ritmo de “Bombón asesino” (yo quería “One more time”, de la Brini Espir, pero no me apoyaron). Bailaron con una sincronización perfecta: se equivocaban todas al mismo tiempo. Pero las polleritas tableadas surtieron efecto y terminaron ovacionadas.
Entonces ingresaron nuestros gladiadores. Que recibimiento, señores. Nunca oí silbar tanto a un equipo. Las mil variantes de “la concha de tu madre” salían de las bocas de los concurrentes. Pero nuestros muchachos se la bancaron, como si no los oyeran. Hay que reconocer el mérito de la idea del Rengo Díaz de hacerles poner algodón en los oídos.
Pese al reclamo de quienes vimos las prácticas, el director técnico, el Zurdo Oliva, decidió poner en el banco de suplentes a la nueva adquisición, el Pollo. Y tenía razón. Si lo mostrábamos de entrada y veían lo bien que jugaba, despertaríamos sospechas y entrarían a fijarse en la inscripción del morocho. El tordo Inzaguirre nos aseguró que los pelpas truchos pasaban cualquier control (ahora el Pollo es uruguayo y mudo), pero igual mejor no exponerse.
El planteo táctico fue netamente defensivo, el clásico 10-1: todos colgados del arco y uno solo arriba para correr los pelotazos. Pese a los cánticos en contra de la parcialidad visitante y también de algunos sectores de la nuestra (con el gordo buchón de Balbuena a la cabeza), donde el término “cagones” resaltaba por sobre todo, nuestros aguerridos titanes aguantaron la embestida de los pérfidos atacantes del Club “Pasión en cuentagotas”, de una localidad vecina. En el entretiempo, el Zurdo (ex jugador, que supo mostrar su estampa en Rosario Central y clubes del interior, hasta que su capacidad para contagiarse enfermedades venéreas le cortó la carrera) les habló sintéticamente:
- Tenemos que aguantar así 20 minutos más, entonces los vamos a agarrar cansados –dijo en una clara postura bilardista.
El segundo tiempo fue calco del primero. Los visitantes se cansaron de mandar centros al área y nuestros muchachos rechazaban con lo que tenían. Hubo dos tiros que pegaron en los palos que hicieron bramar a la concurrencia y a mí me hizo bramar el estómago, con promesa de diarrea. A los veinte minutos exactos del complemento, el Zurdo lo mira al Pollo y le indica que se levante. Con señas, incomprensibles para nosotros, le hace entender lo que quiere. El oscuro asiente y se para al borde de la cancha para hacer el cambio levantando su mano para llamar la atención del árbitro.
Y ahí comenzó la magia.

El Pollo sabía bien que tenía que hacer, el Zurdo también lo sabía. Pero nadie más. Un estricto secreto entre ambos podía ser la clave para sacar un buen resultado.
Era simple: el morocho debía hacer valer su habilidad y buscar la infracción cerca del área o dentro de ella. Era sabido que no podía contar con el resto del equipo, ya que los muchachos parecían jugar con una garrafa atada en cada pierna. Con el 17 en su espalda ingresó bajo una lluvia de epítetos racistas.
La primera pelota que agarró fue uno más de los rechazos de nuestra defensa, la bajó delicadamente, giró para encarar hacia el otro arco y sólo vio adversarios. A medida que le salían al cruce los eliminó fácilmente, hasta que una acumulación de piernas contrarias le juntaron los dos pies y fue a dar al piso.
Miré al Zurdo y estaba impávido, sereno, confiado. Pero no logró transmitirme su tranquilidad y maldije haber almorzado guiso antes del encuentro.
El partido continuó y el Pollo buscaba, buscaba. En una jugada en mitad de campo, le salió a interceptar el cinco de ellos, asignado a marcarlo. Era el Oso Garmendia, un humanoide con más de una causa penal por agresiones. El Pollo lo vio venir y le metió un “caño” impecable, quedando para siempre la marca de la frenada de la bestia en el campo de juego. En lugar de seguir con la pelota, el nigeriano se frenó, levantó la pelota y cuando el Oso arremetía nuevamente, con el taco le hizo un “sombrero” que desató la euforia de la hinchada y la ira del mediocampista visitante. El Pollo encaró para el arco contrario y el mastín lo entró a perseguir, sediento de sangre y echando espuma por todos sus orificios visibles. Luego de eliminar al 2 de ellos (lo que permitió acortar la distancia de su perseguidor), y cuando todos pensábamos ilusoriamente que sortearía a toda la defensa visitante (cosa imposible si las hay), el Pollo empezó a hacer jueguitos a la puerta del área. Todos nos quedamos paralizados, no entendíamos.
- Pateá al arco, negro hijo de trece mil putas negras!!! –era lo más modesto que se escuchaba.
Pero el Pollo nada, meta pegarle al fulbo como si estuviera en el parque. Hasta los adversarios se quedaron admirados de la habilidad del pibe y miraban extasiados. Me entré a desesperar, encima al Zurdo no se le movía una ceja, o estaba muy seguro de su plan o había entrado en estado catatónico. En la cancha el morocho seguía con su exhibición y, cuando estaba haciendo con el hombro, noto que en mi vasito de plástico con café comienzan a producirse ondas concéntricas, como en Jurassic Park. Eran provocadas por el Oso, que no se dejó encantar por los malabares del negro y ciego de odio por la gozada sufrida, se lanzó con los dos pies en plancha directo al omóplato del ilusionista. Ya estábamos decretando el deceso del Pollo, cuando éste giró en el momento justo y los botines del agresor pasaron a milímetros de su burlador, quien, en un aparatoso gesto, se desparramó en el piso simulando un inconmensurable dolor. El árbitro no dudó y le sacó roja directa a Garmendía. Como habrá sido de descalificable la infracción que hasta sus propios compañeros le exigieron al referí que lo expulsara.
Cuando el Oso pasó frente a nuestro puesto, rumbo a vestuarios, el Mamasa no se contuvo:
- ¡Oso y la recalcada y recontrarenegrida concha de tu bendita madre! –le gritó a pocos metros.
Lo miré asombrado, no tanto por el tenor del insulto, sino por lo bien que había vocalizado. Le hice un gesto de aprobación y seguí mirando el encuentro.
El Pollo se había reincorporado y ya estaba acomodando la pelota para el tiro libre. Sus compañeros, quizás un poco celosos, quisieron hacer una jugada de pizarrón, donde van dos que amagan que van a patear y saltan la pelota, para confundir a la barrera. Totalmente ineficaz, ya que todos sabíamos que quien le iba a pegar de última era el Pollo, por lo que la acción de los supuestos pateadores no sólo fue inútil, sino también patética.
Ya el Pollo llegaba con trote seguro a pegarle de derecha y, superando la barrera, la pelota se dirigió hacia el palo contrario donde estaba el arquero. En una parábola exquisita, el misil tierra-ángulo tenía destino de gol. Y fue gol, nomás. La tribuna enmudeció. Los visitantes estaban callados por la bronca, pero nosotros estábamos mudos del asombro. El Pollo empezó a correr festejando su tanto, pero se detuvo al notar que nadie lo felicitaba ni gritaba junto a él. Eso, sumado al mutismo de la hinchada, le hizo creer en una anulación del gol. Pero el árbitro corría hacia el centro del campo, o sea lo estaba convalidando. El morocho se quedó estático con los brazos a los costados, sin entender. Hasta que se oyó la voz del Zurdo:
- ¡Manga de boludos! Festejen que fue gol!!!
Ahí caímos en la cuenta de que no era un sueño, que todo era verdad, que habíamos mojado, que enterramos la batataaaa.
¡¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL!!!!!!
Lo que pasó a continuación me llega a la mente en retazos, gente caminando de rodillas, besándose, abrazándose, olvidando rivalidades, pidiendo al referí que lo termine cuanto antes.
Nuestros jugadores pateando a cualquier lado, yo conteniendo a los mellizos para que no invadieran el campo de juego antes de finalizado el partido.
Y llegó el pitazo final.
Entonces si, a darle rienda suelta a la alegría contenida.
El Pollo fue llevado en andas por toda la cancha, motivando una sonrisa eterna y de 43 dientes del morocho y la inapreciable gratitud de más de una fémina que lograron vislumbrar entre los pliegues del pantaloncito del héroe las dimensiones de su martillo.
El Pollo fue el último de los jugadores en darse una ducha y mientras estaba en eso, una de las “Hormiguitas” se me acercó y, en voz baja, me dijo:
- Ade, con las chicas le queremos pedir un favorcito.
- Menos guita, lo que quieran –contesté tontamente.
- Después vemos eso. Ahora lo que queremos es que raje a todos del vestuario para cambiarnos nosotras.
- Ok, piba, aguantá que termina el Pollo de bañarse y queda desocupado para ustedes.
- No Ade, no entiende. Que se vayan todos, menos el Pollo –dijo, guiñándome un ojo.
Tardé más de lo debido en enganchar la propuesta. Al tercer guiño, me apiolé.
- Ahhhh, caramba... ehhh, bueno, dale, los rajo... si, eso, je –asentí algo turbado.

Esa noche con la Mabel cogimos como nunca. No sé si por la euforia del triunfo o por el relato del Rengo Díaz sobre lo acontecido en la ducha del vestuario entre el Pollo y las cuatro “Hormiguitas” (el tipo se las ingenió para bichar la fiestita desde una claraboya), la cuestión es que fue tal mi perfomance amatoria que la Turca exclamó:
- Nene, si te pone así ganar un partido, mañana mismo empiezo a juntar guita para contratar al “Pulga” Messi.
Lancé una carcajada, la tomé en mis brazos y volvimos a empezar.

18 comentarios:

Anita la bibliotecaria dijo...

Deja vú, deja vú!!!

Que graaaaaaaaaaaaaande el Pollo!!!

Esta taaaaaan bien relatado lo acontecido q fue leer y visualizar todo el partido...q graaaaaande el Clú y sus primeros 3puntitos en el campeonato.

Foto de las hormiguitas y el Pollo!!!

Anita la bibliotecaria dijo...

no sé xq me imagine una muralla de jugadores metidos en el arco, para q no entre la bocha.

Tomás Münzer dijo...

"negro hijo de trece mil putas negras!!!" Jaaaaa, se lo voy a decir a alguien eso :P

Viejex dijo...

Nada que hacerle, la Mabel es una romántica incurable, mi viejo. Cuanta poesía en sus palabras.


Abrazos ancianos.


P/D: Excelente post!

Paris Quelart Budó dijo...

Interesante blog.

magu dijo...

SOBRINO ADENOZ:

Por casualidad en ese partido, no concurrió MI ADMINISTRADOR con una bolsa de euros que tenia para colaborar con tu bella obra caritativa de CLUB HIGH SOCIETY SOLIDARIO?...¿no lo viste?
¿Contaste cuantas hormiguitas quedaron al final del partido?. Es decir ¿cuántas porritas había?
No tengo noticias de PRUDENCIO (mi administrador)...tampoco de su bolsa llena de miles de míseros euros para ti....¿no se habrá ido con alguna de las muchachas?
Seguí asi, haciendo obra caritativa con la sana diversión del deporte SOBRINO MIO
TIA MAGU

magu dijo...

ADENOZ
POné la lista de google friends asi estarás en nuestros blogs que seguimos, sino no sé como se hace
saludos

ADENOZ dijo...

Ani:
Mire, morocha, la cosa va bien. El Pollo contagió a sus compañeros de espíritu futbolero y ahora hasta entrenan entre partido y partido.
No sigo porque me emociono.

ADENOZ dijo...

Tom:
Tratá de no estar cerca del destinatario.

ADENOZ dijo...

Viejo:
No sé si es romántica. No siempre sale bien, pero cuando convergemos... salen unos polvos de película!

ADENOZ dijo...

DonParís:
Bienvenido!
Ya estoy pasando por su blog, que parece más que interesante.

ADENOZ dijo...

Tía Magú:
El tipo que mandaste se piró con la Carlita, que es más fácil que robarle un caramelo a un pendejo cuadripléjico. Ta' bien, no la juzgo, la pendeja la tioene reclara.

magu dijo...

SOBRINO ADENOZ

Está bien. A PRUDENCIO que lo desplume, pero a vos, que te devuelva los miles de míseros euros que te había mandado este mes para tu canchita y excentricidades de tu pintoresco CLÚ. No puedo enviarte a cada rato, ando ocupada con mis obras de caridad
¡ qué necesidad tenés de andar jugando en ese pequeño clubcito si podés estar en los mejores spá de Europa que te dejó mi finado marido...haciendo negocios con los saudíes ¡

¡ qué chico inentendible sos ADENOCITO ¡
Chaucito
la tía magú

Loli dijo...

Te boté.
Quise decir, voté.

¡Jotapé! dijo...

Cuánto arrabal, cuánto. Muy buena la historia, Adenóz, bo, ¿cómo es la cosa? ¿estás reciclando páginas?

magu dijo...

ADENOZ
Me dijo PRUDENCIO que esa HORMIGUITA...le sacó todo el dinero y que tiene planeado robarse todos los trofeos que ganó el CLÚ en sus campeonatos de tiro a la ballesta de juguete y en salto a la bolsa de arpillera con cuchara y papa arriba de la cuchara. además del trofeo nacional del concurso de PALO ENJABONADO
no sé que medidas vas a tomar
pero las chicas más que hormiguitas pero lo piernudas parecen LOS PUMAS de RUBGIER

magu dijo...

SOBRINO ADENOZ:

Vino hoy a mi casa de BARRIO PARQUE desde ROSARIO, esa CARLITA, la porrista de LAS HORMIGUITAS, de tu CLÚ. Mostrándome un análisis de embarazo, dijo que el padre es PRUDENCIO. Mi gestor y administrador de todas mis casas, empresas, acciones, hoteles euopeos y lofts de MIAMI.
PRUDENCIO es un pobre cincuentón soltero y bonachón. No creo que haya sido instigador de semejante embarazo. Él también es sobrino mi pero lejano y político (no como vos que sos único sobrino universal y directo)
Ella me reclama todo mi dinero y manutención de por vida para su hijo, amenazándome con ir a los programas televisivos de chismes del corazón y contar todo mi pasado secreto.
Creo que el hijo es de EL POLLO o del OSO GARMENDIA, porque cuando ella fue al baño, mi dama de compañía JACINTA le hurtó el diario íntimo donde había corazoncitos que decían PAPÁ POLLO O PAPÁ OSO.
Amenaza también con decir que EL CLÚ recibe dinero del tráfico de droga...si, de la droga de OPIO u otra de moda.
Esto me dará un surmenage.
Resolvé algo te lo ruego
me voy un rato a

http://www.blogger.com/profile/15460067673556586523

un santuario para las almas sensibles como la mia
AU REVOIR
tia magù

lino dijo...

ADENOZ
Gua guau, grrrrrrrrr grrrrrrrrrr
dónde estás?
el perro lino